Arribes del Duero y sus leyendas
¡Feliz 2024! Te damos la bienvenida a este nuevo año con nuevos lugares por descubrir, nuevas actividades que practicar, nuevos temas de los que hablar y mucho Arribes del Duero por conocer. ¿Te apuntas?
También, como se ha vuelto algo usual, además de anotar nuestros pequeños propósitos personales, también hemos decido hacerlo sobre este Blog. En el que hemos decidido hacer algo diferente este año, incluyendo entre nuestros propósitos temas fascinantes que te acercarán a las maravillas que rodean a nuestra Posada Doña Urraca. Desde leyendas centenarias hasta rincones mágicos llenos de encanto, exploraremos paisajes de cuento, la rica flora y fauna, y por supuesto, la exquisita gastronomía local. ¿Estás listo para disfrutar de los Arribes del Duero con todos tus sentidos?
Para esto y mucho más, la familia de la Posada Doña Urraca os espera en: C/ Requejo, 272. Arribes del Duero (Fermoselle, Zamora).
Ahora sí que sí, una vez comentados las novedades de este nuevo año, vamos con el primer Post.
En el día de hoy, nos adentramos en los misterios y encantos de los Arribes del Duero, descubriendo las leyendas y anécdotas más curiosas. Una región impregnada de historia y enigma, donde el majestuoso río Duero ha sido testigo de siglos de relatos transmitidos de generación en generación.
Entre acantilados escarpados y paisajes congelados en el tiempo, se despliegan las escenografías de numerosas leyendas. Desde cuentos de amores prohibidos hasta relatos de seres míticos que desafían la realidad que, a pesar de ser difíciles de creer, han conseguido dejar huella en alguna que otra noche estrellada de verano.
¿Estás list@ para sumergirte en los recovecos de los Arribes del Duero, donde la realidad y la fantasía se funden en leyendas que han perdurado a lo largo de los siglos?
Arribes del Duero y la leyenda del Picón de Felipe.
En primer lugar, antes de sumergirnos en esta cautivadora leyenda, situémonos en el escenario de su protagonismo. El Picón de Felipe, es considerado uno de los miradores más espectaculares de los Arribes del Duero. Desde él, se tiene una vista exclusiva del tramo más estrecho del río Duero, de las tierras de nuestro país vecino y de la protagonista de nuestra primera leyenda, la presa del Salto de Aldeadávila.
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Mirador de Picón de Felipe (Derechos de imagen Wikiloc: Sergio sendasdeviaje)
Ya en situación, vamos a remontarnos al siglo XVIII, donde empezó a tejerse la historia de Felipe, un enamorado pastor que dedicaba gran parte de su día al cuidado de su modesto rebaño de cabras. Este joven de la zona de Aldeadávila de la Ribera, estaba desesperado por la imposibilidad de llegar hasta el pequeño pueblo de Bruçó, al otro lado del río Duero, donde residía su amada.
Con ese objetivo en mente, Felipe inicio una ardua tarea con la única ayuda de sus manos y unas contadas herramientas rudimentarias. Tras numerosos días, trabajando día y noche sin descanso, consiguió su objetivo: un puente que uniese ambas orillas y que le permitiese reunirse así, con esa deseada mujer.
El símbolo tangible de esta conmovedora leyenda es el actual puente que conecta los pueblos de Barçó y Aldeadávila, ambos pueblos ibéricos conectados a través del Salto de Aldeadávila o “Salto del Gitano”, a unos 500 metros aguas abajo.
Esta leyenda nos recuerda a otra muy popular italiana, “Romeo y Julieta”. Ambas comparten la trama principal: amor prohibido y lucha familiar. Ya que, aunque no los hemos mencionado, la leyenda del Picón de Felipe se sitúa en una turbulenta época, en donde los diversos conflictos bélicos en la frontera de Portugal y los Arribes del Duero, por motivo de los acuerdos de Familia con los Borbones franceses, estaba a la orden del día.
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Puente de Aldeadávila
La historia de Felipe y su incesante esfuerzo para acercarse a su amada y hacer frente al inmenso muro, hace referencia a una metáfora de las barreras humanas que obstaculizaban la comunicación entre los pueblos de Bruçó y Aldeadávila de la Ribera del Duero.
Sin embargo, aunque hayan transcurrido cientos de años, la leyenda de Felipe perdura en la actualidad, arraigada en la memoria de los habitantes locales, quienes la comparten con orgullo a los visitantes. Tanto es así, que muchos de los lugareños colocan en el lugar hojas verdes o flores como símbolo de unión y comprensión.
Arribes del Duero y la leyenda de Nuestra Señora del Castillo.
Esta estructura tan popular y que atrae a tantos visitantes cada año, se sitúan a tan solo 4 kilómetros de la pequeña localidad de Pereña de la Ribera. Este castillo, además de por su legado histórico y su belleza innegable, guarda en su interior a la Señora del Castillo, la virgen que protagoniza una de las festividades culturales más simbólicas y celebradas cada 14 de mayo.
El acceso hasta él es muy sencillo, puesto que se puede hacer todo el trayecto en coche, recorriendo un camino en buen estado y bien señalizado. Una vez aquí, no olvides asomarte a su mirador y contemplar la explanada de los terrenos abruptos que definen la topografía de los Arribes del Duero.
Ahora que ya conoces un poquito de su localización geografía y has anotado un mirador más para visitar, vamos a conocer la leyenda que envuelve este memorable castillo.
En el siglo VIII, los ancestros de Pereña ocultaron la imagen de la Virgen entre las grietas de las rocas del teso del Berrocal. Este acto fue una respuesta a las amenazas brutales de los ciudadanos musulmanes, quienes continuamente atentaban contra sus tierras.
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Vistas panorámicas de Río Duero
Sin embargo, el núcleo de la leyenda tuvo lugar en el siglo XVI. Nada más ni nada menos, que ochocientos años hicieron falta para que dicha acción de rebeldía recobrara importancia. Su causante, un pastor sediento que se encontraba ascendiendo la colina del Duero, cuando recordó la antigua leyenda que transitaba por el pueblo sobre la Virgen, que yacía escondida entre la roca y decidido acudir a ella, como única manera de sobrevivir.
Atemorizado por la posibilidad de morir deshidratado, consiguió sacar fuerzas para golpear esa famosa roca, de la que, mágicamente, comenzó a brotar un fino hilito de agua. Pero como si este hecho tan sorprendente no fuese suficiente, la Virgen guio al pastor hacia su destino, el pueblo de Pereña con la condición de que este, contase lo sucedido y se la recordase a través de un retrato en el interior de un castillo.
Tras esta leyenda milagrosa, ya entenderás el porqué de la construcción de la ermita, su nombre y el retrato de la Virgen en su interior. Otra de las curiosidades que rodean a esta estructura es que, fueron los propios cristianos los que llevaron el famoso retrato a la cima del cerro antes de abandonar la región.
Y así fue, como por honor a este suceso milagroso, se erigió la famosa Ermita de la Virgen del Castillo de los Arribes del Duero que aún se conserva en perfecto estado y que se considera uno de los rincones más bellos de la provincia de Zamora.
¿Qué te han parecido estas dos curiosas leyendas? ¿Las conocías?
Las leyendas que envuelven los misteriosos Arribes del Duero, no solo nos transportan a tiempos pasados, sino que también nos conectan con el paisaje, ofreciéndonos una ventana única para explorar la rica herencia cultural de manera entretenida. Experimentamos una mezcla agridulce de asombro y respeto al sumergirnos en estas sorprendentes historias que envuelven los rincones de este lugar majestuoso.
¿Te has quedado con ganas de conocer más leyendas ancestrales? ¡No te preocupes! Te invitamos a seguirnos en nuestras redes sociales (Instagram y Facebook) para que no te pierdas la segunda parte de esta apasionante travesía.
Y recuerda, para experimentar de cerca estas historias y dar vida a los escenarios con colores e imágenes, te esperamos en La Posada Doña Urraca . El lugar ideal para descubrir el encanto de cada leyenda, dejarte llevar por la magia de este lugar y embarcarte en un viaje donde el pasado se entrelaza con el presente creando recuerdos inolvidables.
